Casinos, permisos y réplica

OPINIÓN 05/02/2014 05:00 Actualizada 05:00

Se acusa recibo de la comunicación enviada por el grupo JRB, propietario de casinos, gasolineras, clubes deportivos y una productora cinematográfica y, en atención a su derecho de réplica, se consigna su petición de que la página en línea de esta casa editorial suprima de su archivo la columna titulada Permisos falsos y robo de gasolina (www.eluniversalmas.com.mx/columnas/2013/02/100120.php), “bajo la clara petición (sic) de que estas notas no presentan argumentos, contamos con los oficios que comprueban la libertad de gravamen y la ausencia de actos condenatorios, mismos que pongo a su consideración en un anexo”.

El oficio adjunto es en realidad uno solo, de la Segob y la Comisión Nacional de Seguridad fechado el 10 de diciembre de 2013, dirigido al presidente del grupo JRB, Francisco Javier Rodríguez Borgio, a quien, a petición suya, se le notifica que “conforme a una búsqueda minuciosa en el archivo nacional de sentenciados de esta dependencia, no registró sentencias irrevocables condenatorias pronunciadas por órganos jurisdiccionales en su contra en el ámbito federal”.

Esa es la réplica respecto a la cual, quien eso escribió, autor de esta columna, debe precisar que jamás dijo que Rodríguez Borgio hubiera sido encarcelado y/o sentenciado.

De él le informé, eso sí, que se acusaba a una de sus empresas, el Grupo Gasolinero Mexicano, con estaciones de servicio en Querétaro y la zona del Bajío, de ser uno de los presuntos clientes de la banda de robo de combustible detenida por la PGR el 24 de febrero de 2012, según la averiguación previa AP/PGR/QRO/QRO-IV/090/2012. No fue posible corroborar en la PGR el estatus de dicha averiguación previa, tampoco si sigue vigente y, de ser así, que haya dado lugar a alguna orden de aprehensión.

Por otra parte, también se dijo que las acusaciones del combustible robado dieron lugar a que se jalara la hebra de otro asunto aquí denunciado desde septiembre de 2010 (http://www.eluniversal.com.mx/columnas/85817.html), el de la licencia, presumiblemente falsa, con la que operan sus casinos Big Bola en Boca del Río y Tlalnepantla.

Se trata de la licencia DGG723/1997, con fecha de expedición 18 de diciembre de 1997 a favor de Comercial de Juegos de la Frontera, con sede en Ciudad Juárez, comercialmente conocida como UNO y presidida por Miguel del Río Liquidano. Este último entró en conflicto con su socio Javier Rodríguez Borgio, quien finalmente ganó el juicio civil que le dio la titularidad del permiso con el que viene operando desde 2005.

¿Por qué infieren los conocedores del tema que se trata de una licencia falsa? Por lo menos por dos cosas: 1. Establece —según copia de la misma en poder de este reportero— que su vigencia es permanente, lo que no existe en la reglamentación correspondiente. No se expiden licencias indefinidas, y eso bien los sabía el hoy extinto Juan Burgos Pinto, quien aparece como firmante del documento en su calidad de director general de la Unidad de Gobierno; y 2. Cuando esa licencia se hizo valer para amparar en 2005 la operación de UNO y Big Bola, Burgos Pinto llevaba dos años muerto, por lo que hay quienes suponen que esa firma fue falsificada.

El caso es que la hebra del combustible llevó a la de los casinos y la supuesta licencia falsa, por lo que la PGJDF inició una investigación en febrero de 2012. Ojalá la Procuraduría capitalina pudiera informarnos si esa averiguación sigue vigente y la Segob decirnos qué hay de la licencia presumiblemente falsa. El secretario Miguel Ángel Osorio Chong aseguró la semana pasada que, a la fecha, todas las casas de juego con apuestas están regularizadas. Debería ser más específico, pues prometió una investigación exhaustiva. Ahí están los datos, señor secretario, de la licencia presuntamente falsa.

Y ojalá el señor Javier Rodríguez Borgio aceptara una entrevista sobre el tema. Acaso esté ya en México aunque quizá continúe en España o en Panamá donde, se asegura, la empresa Asesorías en Administración y Capacitación, de Pedro González Mateos, le ha sugerido constituir otra empresa que opere con un permiso en regla. Ya se han acercado a quien lo tiene.

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