Adolescencia, padres e infecciones sexuales

OPINIÓN 04/11/2014 05:00 Actualizada 05:00

¿Tienes un hijo o hija adolescente? ¿Has hablado con él o ella sobre cómo prevenir las infecciones sexualmente transmisibles? Para los padres y las madres puede ser complicado hablar sobre sexualidad, infecciones de transmisión sexual, embarazos no deseados y el uso de anticonceptivos o condón; sin embargo, los estudios nos dicen que los hijos (as) prefieren recibir información de sus padres, ya que así se sienten apoyados y conectados a su hogar y valoran con más facilidad retardar el inicio de las relaciones sexuales y prevenir embarazos o infecciones sexuales.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2012, el porcentaje de adolescentes varones que inicia vida sexual entre los 12 y 19 años es de 25.5%, mientras que el de mujeres es de 20.5%. De éstos, 14.7% de hombres y 20.5% de mujeres tuvieron su primera relación sin ningún tipo de protección con los riesgos que esto conlleva.

Los y las adolescentes pueden iniciar relaciones sexuales por diferentes motivos: por enamoramiento, para sentirse queridos, por presión y no saber cómo decir que no, como escape de problemas, por estar bajo el influjo de alcohol o de otras drogas.

Lo mejor que podemos hacer los padres y las madres es tener una actitud realista, aceptar que la adolescencia es una etapa de inquietudes y de exploración, que es necesario tener una influencia positiva en todos los aspectos de su vida y que es preferible agarrar el toro por los cuernos y tratar los temas de sexualidad de una manera abierta, tranquila y con naturalidad.

¿Qué es lo que debemos transmitir a nuestros hijos/as?

· El ejercicio de la sexualidad es una experiencia enriquecedora en la vida de los hombres y las mujeres, cuando se practica con responsabilidad.

· Debemos aprender a cuidar y proteger el cuerpo.

· Antes de iniciar la vida sexual es importante reflexionar de manera profunda sobre la elección de la pareja y las consecuencias físicas y emocionales.

· Los valores importantes en la familia; las amenazas o haciéndolos sentir culpables no funciona y será más difícil comunicarse.

· Las enfermedades de transmisión sexual van en aumento por falta de protección, las más frecuentes pueden no causar síntomas, por ejemplo, la infección del virus de la inmunodeficiencia humana que causa Sida; el virus del papiloma humano, que es factor de riesgo para el cáncer cérvico uterino; la infección con hepatitis B o C crónica, que aumenta el riesgo de cáncer o cirrosis hepática o la clamidia que causa parto prematuro o esterilidad.

· Muchas de las infecciones sexuales que tienen consecuencias graves tienen periodos largos sin manifestaciones, por lo que es importante tomar precauciones siempre.

· La educación debe dirigirse a apoyar a los y las adolescentes en su autoestima, a que desarrollen su capacidad para tomar decisiones que los beneficien, así sea para negarse a tener relaciones sexuales cuando no las desean o bien, para utilizar los métodos anticonceptivos y de protección de infecciones en caso de aceptarlas.

Los padres y madres, y otros adultos siempre tendrán una gran influencia sobre los jóvenes, no sólo por lo que dicen, también por sus actitudes y sus ejemplos. Tener condones en casa o llevarlos a servicios de salud sexual es la mejor muestra de una decisión hacia la prevención del embarazo y de las enfermedades de transmisión sexual.

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