Obesidad, un mundo oscuro

OPINIÓN 04/09/2013 05:00 Actualizada 05:00

La palabra gordo casi siempre es parte de un lenguaje discriminatorio o agresivo y su blanco son las personas con sobrepeso y obesidad, lo que al final de cuentas causa malestar emocional, que cada vez es más recurrente.

Esto porque los trastornos alimentarios son a la vez causa y consecuencia de numerosos problemas psicológicos y cuestiones del cuerpo y la mente que se realimentan en un proceso que, de no interrumpirse, hacen peligrar la salud, dice el médico David Montalvo Castro, presidente del Colegio Mexicano de Bariatría.

Punto y coma

En su experiencia ha comprobado que las personas dedicadas a la psicología o psiquiatría clínica van de la mano con el trabajo de un bariatra, pues el ser humano no sólo es la parte biológica, sino bio, psico y social, elementos que jamás se deben separar.

“Una persona que no está bien biológicamente tampoco lo estará psicológicamente, lo cual traerá repercusiones en su ambiente social. Esta secuencia puede iniciar en la parte social y repercutir en las otras y viceversa”, explica Montalvo Castro.

El especialista dice que “es indispensable para los médicos tratantes de la salud, en especial los que atendemos problemas de obesidad, nunca perder de vista el concepto integral en el ser humano porque si no se resuelven todas las áreas, lo más seguro es que tendremos a un paciente recurrente que en algún momento va a volver a la misma situación”.

Ciencia en la báscula

Las investigaciones sugieren que los principales factores asociados a la obesidad serían los patrones de conducta sedentarios y la ingesta excesiva de carbohidratos y grasas en la dieta habitual.

Avril Rivero Moreno, psicóloga y especialista en nutrición y bariatría, dice que el paciente obeso tiene una historia social que es parte de un sistema que favorece los procedimientos de riesgo hacia la obesidad.

En este campo, la psiquiatría y la bariatría juntas juegan un papel decisivo de educación y sensibilización para cambiar pautas de vida en la persona obesa.

El peso de las agresiones

“La obesidad conlleva una serie de consecuencias anímicas como la depresión y el bullying, que provocan sentimientos de pérdida de autovalía y desprecio, factores asociados a la condición de vivir con un cuerpo que no es aceptado socialmente y ni por el propio paciente”, indica.

En ese sentido, argumenta, la vida afectiva del paciente es afectada y genera un círculo vicioso.

La especialista agrega que el contexto en el que vive el paciente obeso es de una violencia sistemática.

“Estamos bombardeados por mensajes que degradan al ser humano. La necesidad construida y aspirar a esas necesidades falsas, hace que las personas se alejen de la búsqueda interior para cambiar su forma de vida. Es precisamente esta sociedad de consumo donde está el problema”.

La reeducación en términos de psicología tiene que ver con aumentar la tolerancia a la frustración y esto se logra poco a poco al cambiar el ritmo de vida por uno más saludable, indica.

Comentarios