A rescatar la ciudad

Martí Batres

OPINIÓN 04/07/2017 11:53 Martí Batres Actualizada 11:53

El Pacto por México tuvo como principales resultados la privatización del petróleo y el aumento de impuestos, pero la inclusión del PRD como socio subordinado del PRIAN, tuvo efectos negativos en la Ciudad de México.

A partir del triunfo de la izquierda en 1997, la capital se constituyó como el mayor contraste en políticas públicas con lo que se hacía a nivel nacional.

Así, mientras los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón se caracterizaron por anular o disminuir derechos, en la ciudad con Cárdenas, López Obrador y Ebrard se dio un impulso sin precedente a los derechos sociales.

Mientras desde el gobierno federal se emprendió una brutal embestida contra la educación pública, en la capital con Cárdenas se instituyeron los libros gratuitos de texto para secundaria, con López Obrador se abrieron 16 prepas y se fundó lo que hoy es la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), y con Ebrard se instauró la beca Prepa Sí y el programa Niños Talento.

Y si desde el gobierno federal se asestó un golpe al sistema de pensiones, con AMLO se instituyó la Pensión Universal a Adultos Mayores que hoy es el único ingreso con el que cuentan amplias franjas de jubilados.

También, mientras a nivel nacional se impulsó la construcción de carreteras y vías de comunicación concesionadas, López Obrador decidió ir hacia adelante en lo que tiene que ver con movilidad y construyó los segundos pisos en Periférico que dan servicio gratuito.

La política social y la promoción de derechos emprendida en la ciudad por los gobiernos de izquierda dio respuesta a todos los sectores y demostró que es posible que sin comprometer las finanzas públicas el gobierno promueva el ejercicio de derechos.

Tan es así, que las administraciones federales se vieron obligados a copiar, aunque mal, algunos programas emprendidos por la izquierda en la capital.

No obstante, esto ya no ocurre actualmente. Como un efecto colateral de la firma del Pacto por México, la ciudad dejó de ser este contraste.

En lo que tiene que ver con derechos sociales, en la presente administración no se ha creado uno nuevo. La novedad en lo que tiene que ver con los programas en este rubro es Médico en tu Casa, que cuenta con un impacto muy limitado respecto a los impulsados en otros sexenios y la entrega de cunas de cartón.

Y de forma paralela al freno en política social, en la capital ahora vivimos una fiebre privatizadora muy similar a la que se vive a nivel nacional. En este periodo de gobierno hemos visto cómo se privatizaron las multas de tránsito, las calles a través del uso de parquímetros y se ha intentado traspasar a manos privadas hasta algunas hectáreas del Bosque de Chapultepec, así como el gran número de megaproyectos que han contado con todo el apoyo del gobierno.

Así es como en la Ciudad de México pasamos del PRI al PRIAN y, finalmente, al PRIANRD. No es sólo un reacomodo de siglas, ni un cambio inocente en los intereses de los partidos. Es el viraje a la derecha de un partido que nació con vocación democrática y social. Ahora, la lucha política en la capital es por recuperar el camino. Volver a la senda de las trasformaciones en la Ciudad de México es una tarea urgente.

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