Humilde y ganadora

Gabriel Cruz

OPINIÓN 04/07/2017 11:56 Gabriel Cruz Actualizada 11:56

Cumplir tres décadas en la lucha libre no es sencillo para nadie. Pero llegar a ese momento como la máxima estrella es un honor destinado para pocos (as). 

Marcela es la mejor luchadora de su generación y seguramente, tiene un lugar entre las más destacadas en la historia de los costalazos de paga en México.

Así que acorde al nivel que ha alcanzado en el pancracio azteca, como estandarte de las amazonas del Consejo Mundial de Lucha Libre, la empresa la premió, con justicia, otorgándole la Copa Bobby Bonales, entregada por primera vez a una luchadora.

No fue algo sorpresivo, por el contrario, se cuentan con los dedos las luchadoras que pueden competirle en trayectoria sobre los enlonados profesionales.

Sin embargo, para ella sí lo fue. La noche del viernes era una más para ella hasta el momento que le comunicaron que recibiría el trofeo.

Fue citada al coso de la colonia Doctores sin estar programada, algo que no es poco común, así que acudió con la seguridad de que tendría que cumplir con algún compromiso comercial.

La realidad la impactó de tal modo que aún después de la rápida ceremonia realizada sobre el ring, lucía nerviosa, ni tras sus batallas más cumplidas se le nota así. No era para menos, la noche del viernes, el nombre de Marcela fue inmortalizado.

Humilde, compartió el logro con sus colegas de profesión. Fue un premio para todas y así lo reconoció, a ella la eligieron porque era la indicada, pero se dio tiempo para dedicarlo a las que como ella eligieron la aventura de los costalazos, un gesto que la hace más grande, si es que eso es posible.

A Marcela le costó llegar al sitio donde está. Pero nadie se lo regaló, ella lo provocó, cambió de mentalidad, se metió al gimnasio y encontró los triunfos que la ubicaron como la mandamás.

Por ahora, su nombre no suena para encabezar alguna lucha de apuestas. Pero es capaz de incendiar el ring y obligar a los responsables a elegirla una vez más, seguro que no lo hará, no por conformismo, sabe de qué se trata el negocio y que por ahora hay otras chicas que merecen una oportunidad para encabezar una cartelera.

Sin embargo, seguro que estará muy cerca de ella, aunque no sea la protagonista, su liderazgo es necesario para encausar el futuro de su gremio. Pionera de la nueva era, Marcela está vigente, respira triunfal y toma aire para seguir siendo la mejor. 

Buenas luchas!

 

Comentarios