El regreso de Porfirio Díaz

OPINIÓN 04/04/2014 05:00 Actualizada 05:00

Hace unos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que el salario puede ser embargado por deudas de carácter civil y mercantil. Bajo la premisa de que la Constitución sólo protege de este tipo de retenciones al salario mínimo, los magistrados determinaron que los ingresos que lo superen pueden ser confiscados para saldar una deuda del trabajador.

Esta decisión de la Corte revive la lógica de las tiendas de raya de la época de Porfirio Díaz y complementa el espíritu de la reciente reforma laboral, que anula los derechos de los trabajadores a quienes, por si fuera poco, los acaban de despojar de su derecho al acceso a una vivienda con el pretexto de echar a andar el seguro del desempleo.

Se trata del regreso del porfirismo. Todas las decisiones de los gobiernos llamados neoliberales han significado una regresión a esa página de la historia, y ejemplos sobran.

Si la falta de democracia fue uno de los distintivos del porfiriato, los neoliberales no le piden nada. En 1988 cometieron un fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas. En 2006 lo hicieron para evitar que Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia de la República. En 2012 vivimos un descomunal operativo de compra del voto para que Enrique Peña Nieto se impusiera en las elecciones.

Con Díaz en la Presidencia las minas estaban en manos de extranjeros. Con los neoliberales también. Los abusos sufridos por los trabajadores mineros y la impunidad de la que gozaban los dueños de este negocio se reproduce en la actualidad sin que ninguna autoridad escuche y solucione esta problemática.

La política fiscal de los neoliberales es otro ejemplo. El dictador puso impuestos a las medicinas y a 100 productos más. Para no quedarse atrás los neoliberales insisten cada año en gravar a los medicamentos y, con la llamada reforma hacendaria lograron avanzar, al cobrar impuestos a muchos alimentos.

Los ferrocarriles eran controlados por extranjeros con Porfirio Díaz. Ernesto Zedillo se los devolvió. Qué decir del petróleo que fue expropiado por el general Cárdenas a las empresas beneficiarias del porfiriato y hoy se pretende regresárselo en charola de plata.

Lo que los últimos gobiernos han ofrecido es una vuelta al pasado con políticas que han probado su nula eficacia desde hace más de 100 años. Por este camino el progreso está cancelado, aunque digan lo contrario.

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