Las sociedades modernas tienen al alcance de la mano avanzados sistemas de comunicación, tecnología que facilita en muchas ocasiones el acceso a información, pero que deja sombras en las relaciones humanas, en ocasiones deterioradas por la virtualidad.

El hecho, en definitiva, es que existe una sociedad marcada por el dinamismo de numerosas redes sociales, las cuales crean un mapa de relaciones que han establecido fronteras digitales y que llegan a materializarse, pues para muchos enredarse en internet representa estar “comunicados” e “informados”.

Un planeta virtual

En esta vorágine social, de acuerdo con expertos en comunicación y salud, se habla de temas diversos y se tiene acceso a todo tipo de información que hospede internet, pero la convivencia dentro del núcleo familiar es otro tema que hay que tener siempre en mente.

Por ejemplo, “la educación sexual comienza en el hogar”, dice el doctor Víctor Topete, especialista de TAD (Think • Action • Development: Piense, acción y desarrollo) en Salud Sexual.

“Pero si en la familia no se habla de los riesgos y consecuencias de iniciar una vida sexual a edades tempranas, los jóvenes se exponen a múltiples riesgos que pueden comprometer no sólo sus expectativas de vida, sino su salud sexual”, explica.

Y es que conversar de sexo con amigos no parece un problema, pero abordar el tema en familia puede ser algo más complicado de lo que parece.

Esto porque “la sexualidad está llena de mitos y tabúes, y es por ello que algunos padres no saben cómo empezar a la hora de hablar del sexo con sus hijos”, comenta.

De acuerdo con un estudio realizado en Inglaterra, los padres modernos todavía no saben cómo abordar este tipo de temas con sus hijos. El trabajo revela que 35% de los 2 mil padres encuestados y con hijos de entre 14 y los 15 años, no había hablado aún de sexo con ellos.

El 41% dijo que evita las conversaciones sobre las partes íntimas, el sexo y las diferencias de género para “proteger la inocencia” del menor y el 8% sentía que no era capaz de dar respuestas satisfactorias a las interrogantes.

Una hojeada al tema

“Son los medios los que están ofreciendo respuestas, y esto puede aportar, dependiendo del medio y de quien asume la responsabilidad de hablar sobre estos temas, pero definitivamente la educación debe comenzar en casa: educar no es lo mismo que informar, es parte de ello”, dice el doctor Topete.

En su consideración, el objetivo es lograr que los adolescentes tomen conciencia y se responsabilicen del inicio de su vida sexual y no sólo de cuántos, cómo y dónde se compran los anticonceptivos.

“Aunque también esta cuestión es todo un tema, porque si se tiene toda esa información y acceso ¿por qué los jóvenes no la están usando? Y si la utilizan ¿cómo lo hacen? Porque basta con echarle una hojeada a los periódicos nacionales para darte cuenta que estamos fallando en el tema”, enfatiza el especialista.