Héctor Serrano, secretario de Gobierno del GDF, tuvo la idea de otorgar un apoyo económico de 2 mil pesos durante tres meses a casi 3 mil vendedores ambulantes para que, de cuates, dejen de violar la ley en las instalaciones del STC Metro. Los vendedores están agrupados en 21 organizaciones (¿criminales?) que operan en el Metro de la ciudad de México, esto representará un gasto de 6 millones de pesos del erario que servirían para comprar llantas para los trenes del Metro. Y aunque en términos generales es un gasto menor, en términos prácticos es una compra anticipada de votos y representa un pésimo mensaje para millones de usuarios del Metro que ahora pagan una tarifa más alta y que utilizan el servicio para trasladarse a sus lugares de trabajo cada mañana.

¿Por qué el gobierno del DF pacta con delincuentes? Además de no pagar impuestos, los vagoneros venden, entre otras mercancías, música pirata. La piratería, en el caso de los videogramas y fonogramas, debe perseguirse de oficio. Pero el gobierno del DF prefiere otorgar una ilegal amnistía a estos grupos del crimen organizado y hasta pagar derecho de piso.

Apenas el 19 de enero pasado, Joel Ortega informó que en 14 días se habían remitido a más de mil vagoneros al Ministerio Público. Entonces, ¿por qué ahora les ofrecen dinero para que se vayan? Y aunque el 2015 se mira aún lejano para el ciudadano común, la clase política ya piensa en las elecciones intermedias; en el DF se renovará la ALDF, las jefaturas delegacionales y las diputaciones federales. Serrano no dobló las manos, pensó en su futuro político y hoy intenta llenar los vacíos de poder que deja Miguel Ángel Mancera con su ineptitud.

El tema del comercio en la capital es tan añejo como la historia de la ciudad misma, desde antes de la llegada de los españoles en 1521, lo que hoy conocemos como primer cuadro era un punto de encuentro entre vendedores y compradores. La desigualdad social y la falta de oportunidades ha orillado a millones de mexicanos a la informalidad y de ahí, a la delincuencia. En los años noventa, Manuel Camacho Solís intentó terminar con el ambulantaje en el Centro Histórico con la creación de plazas comerciales que fomentaron la actividad comercial; qué bueno, pero también incrementaron la presencia de vendedores ambulantes en las calles y los motivó a hacer de esta actividad su modo de vida, donde obtienen ingresos superiores a los que tendrían al emplearse formalmente. Incluso Marcelo Ebrard, con Serrano como operador político, derribó construcciones de incalculable valor histórico para hacinar a los comerciantes y los resultados no han beneficiado a la ciudad, pero sí al PRD en cuestión electoral. Mientras el PRD en el DF siga pensando en la próxima elección y no en el desarrollo sostenible, la calidad de vida de los capitalinos seguirá acumulando agravios que podrán cobrarse en las urnas en 2015.

El gobierno nos dirá que el pago de derecho de piso a los vagoneros se realiza para que no asalten a los usuarios del Metro y entonces deberemos sentirnos agradecidos. Es el eterno dilema del mexicano, prefirimos pagarle al franelero para que no raye el auto. Comprarle al ambulante para que se "ayude" y no nos robe. Como si el mexicano fuera ladrón por naturaleza.

En el radar

El narcicismo del jefe delegacional en Miguel Hidalgo no tiene llenadera, la columna Bajo Reserva de EL UNIVERSAL informó ayer lunes que Víctor Hugo Romo ha gastado $7.5 millones de pesos en comunicación social. ¿Tan poquito? se preguntan algunos que miran el rostro del perredista en muchos puntos por toda la ciudad. Al inicio de su administración, Romo se autoproclamó como el bici delegado, los hechos lo muestran hoy como el foto delegado.

Bitácora de lo absurdo

Ahora, el impresentable René Bejarano es el que quiere salvar al país, el domingo anunció, en lujoso hotel, que emprenderá una nueva lucha, crear una nueva Constitución política. Parafraseando a López Obrador: La mancha de las ligas no se quita ni con el agua de todos los mares del mundo.