Lamentable, la forma en que agentes federales "levantaron" al estudiante de la UNAM, Sandino Bucio. Un día después de que el presidente Enrique Peña anunciara el tan esperado decálogo que a pocos convenció y donde había un especial enfoque al fortalecimiento del Estado de derecho y el respeto a los derechos humanos para no volver a vivir nunca un caso como el de Ayotzinapa.

A Sandino lo salvó que alguien captó en video de celular el momento de la detención que parecía más un secuestro. Algunos activistas de sofá cuestionaron en redes sociales que nadie hizo algo para impedir la extraña detención.

El video fue gasolina para las redes sociales, que ya arden de indignación debido a la peor crisis del sistema político mexicano de los últimos años. Mucha gente se movilizó hasta las instalaciones de la SEIDO para exigir la liberación del joven, al que algunos llaman poeta. A la cadena de torpezas del personal de la PGR hubo que agregar un eslabón: Las autoridades pusieron en libertad al joven y estaba visiblemente golpeado. A ello hay que agregar el testimonio del muchacho que acusó que fue torturado psicológicamente. En todo este laberinto no se notó la presencia de la CDHDF ni de la CNDH. Luego algunos se sorprenden de que el hashtag #YaMeCansé lleve más de tres semanas como ‘trending topic' en Twitter.

Y como si hiciera falta un ingrediente más en esta comedia absurda que muy probablemente se le hubiera ocurrido a ‘Chespirito' en sus mejores años como guionista; se dieron a conocer una serie de fotografías donde Sandino Bucio aparece en el enfrentamiento del pasado 20 de noviembre en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional del DF aprestándose a lanzar petardos contra el cuerpo de granaderos del gobierno del DF. Es decir, el estudiante sí participó en hechos violentos y pudo haber sido llevado ante las autoridades por su conducta. Pero la manera torpe, ilegal y fuera de protocolo en la que fue detenido, lo exonera de toda responsabilidad.

Los agentes que participaron en la detención fueron separados del cargo con el fin de deslindar las responsabilidades correspondientes. Pero la pregunta que persiste es, ¿quién dio la orden para que agentes federales fueran a detener a un activista estudiantil sin una orden judicial?, ¿está al tanto el procurador Murillo Karam de las actividades cotidianas de sus muchachos?

En el radar. Hace unas semanas, César Camacho Quiroz se lanzó contra López Obrador en un intento de responsabilizarlo por el caso Iguala. Este fin de semana, el líder priísta arremetió contra el ex presidente Felipe Calderón al intentar endosarle la crisis política y de seguridad que vive el país. Quizá el reclamo llega un poco tarde, porque la actual administración se dedicó a responsabilizar al panista al arranque del sexenio. El mexiquense tendrá que buscar mejores argumentos para defender a su partido. Lo que realmente preocupó a Camacho Quiroz fue el activismo de Calderón al interior del PAN con el fin de convertirse en el nuevo líder moral, terminajo de moda, y desplazar a Gustavo Madero con miras al proceso electoral de 2015 que ya está en marcha. Con tan pobres señalamientos lo único que ha logrado el PRI es encumbrar a sus opositores.

Bitácora de lo absurdo.Todos los oradores en la ceremonia de inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se pronunciaron por resolver el caso de Ayotzinapa; Raúl Padilla López, presidente vitalicio de la FIL; Tonatiuh Bravo Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara y el escritor italiano Claudio Magris, galardonado con el Premio FIL en Lenguas Romances 2014. Todos, excepto uno; Rafel Tovar y de Teresa, presidente de Conaculta. ¿No que todos somos Ayotzinapa?