Reglas de oro para casarse

OPINIÓN 02/08/2013 05:00 Actualizada 05:00

Ciertamente, casarse es una de las metas de muchas mujeres. Algunas siguen solteras de manera inexplicable, o por lo menos así parece, pero para Tracy Mc Millan, escritora de televisión norteamericana, este es un fenómeno que se da de manera lógica con mujeres que están confundidas en su actitud sobre el matrimonio.

“Hay mujeres que se quieren casar pero que no lo han conseguido en varias décadas, y el problema por lo general no está en ellos, sino en ellas, que no se han convertido en el tipo de mujer acorde al hombre con el que quieren compartir su vida”, dice.

Y es que para la autora del libro Por qué no te has casado… aún, las mujeres en muchos casos han confundido su deseo de autodesarrollo con competir abiertamente con los hombres que desean.

En la mayoría de los casos, hay que cambiar la forma de pensar acerca de los hombres, del matrimonio y de una misma, explica, ya que si se piensa que todos ellos son iguales, que nos van a lastimar, a abandonar y a hacer infelices será muy difícil poder ver en alguno atributos necesarios como para unirse en matrimonio, pese a que se desee.

“Si te quieres casar, asegura, tienes que saber que el matrimonio es una oportunidad a largo plazo para practicar cómo amar a alguien. Incluso cuando sientes que no necesariamente lo merece”.

Para esta también terapeuta, lo complicado de aceptar en el matrimonio es que la gente tiene defectos y es difícil amar los errores.

A los hombres, dice, les podrá gustar el sexo, el ingenio femenino y las mujeres trabajadoras, pero si no son dulces y amables con ellos, no querrán casarse con ellas.

Ser amable y dulce, comenta la autora, es tener buen trato, reconocerles sus esfuerzos y agradecerlos, sin que ello signifique que somos sumisas y dejadas.

Por ello, para comprometerse en relaciones adultas, hay que portarse como adulto, “la adultez es comprometerse con la persona que sabes que eres, saber que la perfección no existe y tomar un enfoque distinto para los hombres que escojes” asegura.

Y es que, dice, “para encontrar pareja tienes que decidir lo que quieres pescar, y esto significa estar consciente de cómo eres percibida. Por ejemplo, si tu apariencia invita más a un compañero sexual que a un compañero de vida, este look no te ayuda para atraer un compañero a largo plazo. En este caso, si quieres una relación definitiva no es aconsejable promocionar de más los atributos sexuales”.

Muchas veces el mayor de los problemas es que las mujeres se quieren casar pero en realidad no saben bien qué quieren, y para que un hombre se quiera casar con ellas hay que evitar a los que no se quieren comprometer, querer cambiarlos o esperarlos por años.

Así que la primera gran regla para encontrar marido es dejar de salir con hombres que no estén disponibles; éstos no quieren otro compromiso, sino diversión.

Otra gran regla es, asegura: “Ve por el hombre que te interese y no por el que desees. Por ello, hay que buscar cualidades como honestidad, bondad, buen humor, respeto y obvio, disposición a comprometerse. El buen sexo es atractivo pero no definitivo”.

También es importante, dice, dejar que ellos expresen su lado útil, un hombre que no se siente necesitado por una mujer no querrá pasar la vida con ella. Si ella resuelve todo y no le permite desarrollar su naturaleza protectora, él no sentirá que es importante y no querrá quedarse, razón por la que ahora muchas mujeres autosuficientes están solas, no es ser dependiente sino dar su lugar al otro”.

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