Juan Gabriel contra el mal humor social

LEO AGUSTO

OPINIÓN 02/06/2016 12:54 LEO AGUSTO Actualizada 12:54

El descontento se prodiga en tierras mexicanas desde hace tiempo por causa de un Estado débil, corrupto e impune; desempleo o empleo mal pagado, sin prestaciones; inseguridad pública y social, crimen organizado y serias fallas en la procuración e impartición de justicia. La lista de agravios a los mexicanos en los últimos años puede ser tan larga como el repertorio musical de ‘JuanGa’.

Tal vez usted ya escuchó  (Gracias al sol)’, original del grupo de rock setentero Creedence Clear Water Revival. En la versión de Juan Gabriel se mantiene la frescura musical, pero la traducción libre de la letra cambia el sentido original por un tono optimista y feliz; “Cuando veo salir el sol como el que ha salido hoy y yo... siento mucha alegría”. 

Alegría ausente en la versión original, especialmente si comparamos la misma estrofa: “Hace mucho me dijeron que siempre hay calma antes de la tormenta”. Las diferencias siguen al analizar ambas versiones; una alegre, pero con amarga resignación y la otra como quien vive un soleado fin de semana en el Acapulco de antaño.

El descontento generalizado se manifestó hace unas semanas en el discurso de un extrañado Enrique Peña, que hasta lanzó un reclamo: “A veces (se) puede decir, y leyendo algunas notas, columnas y comentarios que recojo de aquí y de allá en donde se dice: “es que no hay buen humor, el ánimo está caído, hay un mal ambiente, un mal humor social” y luego ‘encendió la mecha’ de la opinión pública, publicada y las redes sociales: “Hay muchas razones y muchos argumentos para decir que México está avanzando, que México está creciendo en distintos ámbitos...”. Se criticó la falta de sensibilidad de Peña, quien no encuentra la manera de frenar su caída sin sacrificar a nadie del lado de los suyos, porque es más fuerte el compromiso político que la percepción pública.

Tal vez el discurso presidencial y la nueva canción no tengan nada que ver, pero en política no hay coincidencias. Mucho menos cuando existen antecedentes o referencias históricas, porque se torna más difícil creer en la casualidad. Fue en la campaña presidencial del año 2000 (‘El Gordo’ anda nostálgico, usted dispense), cuando ante la caída en las encuestas del candidato Francisco Labastida (PRI) tuvo que ‘entrar al quite’ Juan Gabriel con un tema musical que pretendía ser contagioso: “Ni Temo (Cuauhtémoc Cárdenas), ni Chente (Vicente Fox). Francisco va a ser Presidente”. La estrategia no funcionó, como es sabido. Pero Juan Gabriel se ha mantenido solidario también con el PRI de Peña, esto dijo el cantante en enero de 2014: “...ya cuando la gente es presidente uno lo tiene que respetar (...) También debemos respetar nuestras instituciones, la municipalidad, lo estatal y, primordialmente, lo federal”. Proclamó ‘El Divo’.

Y del lado de Peña también ha habido distinciones, el gobierno mexicano le encargó a Juan Gabriel, a pesar de ser budista, una canción en febrero de este año para darle la bienvenida al Papa Francisco a Morelia, Michoacán. 

El reto que se impuso Juan Gabriel, levantar el ánimo de los mexicanos, requiere más que una canción o un disco y se antoja aún más difícil que levantar a Pancho Labastida en el año 2000.

Periscopio. Terminaron las campañas electorales en la Ciudad de México y en los estados donde se renuevan los poderes locales. El proceso queda impregnado del ‘lodo’ que se lanzaron los partidos políticos y la camada independiente. Ojalá no sea el mismo tono en la campaña presidencial de 2018.

Bitácora de lo absurdo. En uno de sus cierres de campaña, el partido Nueva Alianza denigró una vez más a la mujer al contratar modelos que con ‘bodypaint’ turquesa pidieron el voto a los electores. En el mundo del arte existe un debate que no es nuevo respecto a si el ‘bodypaint’ es arte. El uso electorero del Panal genera un estigma a esta técnica y la perjudica, más allá de divulgarlo de una manera digna. 

submarinopolitico.com

 

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