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OPINIÓN 02/04/2013 01:00 Actualizada 01:00

ACABAN LAS VACACIONES Después de que el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, anduvo muy contento por la gran afluencia de turistas que visitaron el estado durante la semana pasada, la culminación de los días santos ocasionó que el viacrucis de la violencia volviera a la entidad, donde ayer una turista originaria de Sinaloa denunció que fue violada y más tarde se registró un tiroteo entre policías comunitarios y un grupo armado en la zona rural de Acapulco. Al parecer, los guerrerenses habían disfrutado de algunos días de tranquilidad, pese a la llegada de miles de vacacionistas. Sin embargo, la inseguridad ya comenzó a mostrarse de nuevo en el estado, en el que no se ve para cuándo puedan mejorar las cosas.

LOS OPTIMISTAS Quienes parecen no inmutarse ante el problema de inseguridad que se vive en el estado de México, son los funcionarios de la Procuraduría General de Justicia de la entidad. Resulta que la dependencia, encabezada por Miguel Ángel Contreras Nieto, anunció ayer que los delitos de alto impacto han disminuido en el estado, según los registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Valdría la pena saber si sólo estos registros son los que toma en cuenta la Procuraduría, pues en los últimos días, los cuerpos de dos hombres amanecieron colgados en el municipio de Atizapán y ayer un hombre fue asesinado al salir de un hospital.

APLICAN MADRUGUETE Donde los ciudadanos también comenzaron a pagar por el vacío de autoridad es en el Distrito Federal, pues varias rutas de microbuses comenzaron a cobrar desde ayer el incremento que se autorizó a las tarifas, aunque la modificación entrará en vigor hasta el día de mañana; pese a esta violación, el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, señaló que el caso será turnado a la Secretaría de Transportes y Vialidad, que ojalá ponga atención en casos como el de la ruta 99, que va de Echegaray al metro Cuitláhuac, cuyos operadores se adelantaron para cobrar el incremento que, a final de cuentas, beneficiará sólo a los concesionarios de microbuses, quienes supuestamente firmarán un acuerdo para mejorar sus condiciones de operación, aunque de entrada ya violaron las normas.

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