La politización del crimen de la Narvarte

RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS

OPINIÓN 02/03/2016 04:00 RAÚL RODRÍGUEZ CORTÉS Actualizada 12:41

David Peña y Karla Michel Salas son defensores coadyuvantes de las víctimas del homicidio múltiple ocurrido en un departamento de la colonia Narvarte de la Ciudad de México el pasado 31 de julio; y han llevado a los medios un litigio en el que más parecen defender a los presuntos victimarios, por razones más políticas que estrictamente judiciales.

Aquel viernes del año pasado, fueron asesinadas cinco personas en el departamento 401 del edificio marcado con el número 1909 de la calle Luz Saviñón: la colombiana Mile Virginia Martín, también conocida como Nicole, y las mexicanas Yesenia Alfaro Quiroz, Olivia Alejandra Avilés Negrete y Nadia Vera Pérez, así como el fotógrafo, también mexicano, Rubén Manuel Espinosa Becerril.

Un video de las cámaras de seguridad de la Ciudad de México documentó la entrada y posterior salida del departamento de los tres presuntos responsables del multihomicidio (uno de ellos con una maleta presumiblemente cargada de droga), a quienes la Procuraduría de la CDMX identificó, localizó, detuvo y consignó ante un juez. Están en proceso y en espera de una sentencia Daniel Pacheco Gutiérrez, Abraham Torres Tranquilino y Omar Martínez Zendejas, presuntos asesinos y narcomenudistas.

De acuerdo con la investigación ministerial, ellos habrían ido a reclamar un cargamento de droga al departamento en el que, por lo menos dos de las jóvenes que lo habitaban, habrían estado dedicadas a la prostitución y al narcomenudeo: la colombiana Mile y la joven Alfaro Quiroz, originaria de Mexicali.

Con familiares de estas dos mujeres asesinadas, los coadyuvantes David Peña y Karla Michel Salas (incluso viajando a Colombia), han promovido diversas declaraciones que rechazan las afirmaciones de la Procuraduría. Por supuesto, las madres de las jóvenes víctimas, no aceptan que sus hijas se prostituían (como acusa el ministerio público en busca del móvil del asesinato, que al final de cuentas es el que se debe aclarar, pues no hay razón alguna para ser privado de la vida). Y los familiares de los presuntos asesinos, hacen eco de que las declaraciones sobre su participación en el crimen, les fueron arrancadas mediante tortura.

Con un amparo otorgado a los hoy procesados, la Procuraduría quedó impedida de dar a los medios más información del caso. Nada responde, por lo tanto, sobre los señalamientos aquí referidos. No obstante, fuentes judiciales informan que el expediente tiene, entre otras probatorias, estudios antropomórficos que corroboran la identidad y participación de los procesados, y la página web (ya bajada de internet) mediante la cual las referidas jóvenes ofrecían el sexoservicio.

Será el juez el que resuelva. Mientras tanto, cabe preguntarse ¿qué motiva a Peña y Salas? Porque al desgastar a la PGJDF en supuesto apoyo a las víctimas, lo que hace es fortalecer la defensa de los presuntos homicidas. ¿Realmente querrán apoyar a los familiares de las víctimas? o, planteado de otro modo, ¿son coadyuvantes de ellos o defensores de los victimarios?
Precisamente por las dudas planteadas, cabe otra pregunta de fondo: ¿cuál será la verdadera motivación de Peña y Salas? Van algunos datos para tratar de elaborar una respuesta:

David Peña ha sido asesor en muchos cargos de la ex perredista y hoy asambleísta de Morena, Aleida Alavez Ruiz y antes, brazo derecho de las grupos juveniles asociados al movimiento político del aún perredista René Bejarano, el famoso ‘señor de las ligas', a la sazón adversario político del jefe de gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y jefe del procurador Fernando Ríos. A Peña, por cierto, es a quien se le atribuye haber organizado el desmán en que al mandatario capitalino le fue arrojada una botella de agua en la Comisión de Derechos Humanos del DF.

Karla Michel Salas es pareja de Peña, y juntos, según se pudo corroborar, han defendido y pagado fianzas de todos los ‘anarcos' detenidos en las manifestaciones del 2 de diciembre pasado y del 1 de diciembre de 2012, cuando tomó posesión el presidente Peña Nieto. ¿No ve usted una clara motivación política a cuenta del dolor de las víctimas de la violencia? No debería sorprendernos en un país tan acostumbrado a politizar la justicia.

@RaulRodriguezC

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