Educación de calidad para el desarrollo nacional

OPINIÓN 01/10/2015 05:00 Actualizada 05:00

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ha impulsado una de las transformaciones más profundas del México contemporáneo, siendo reconocido incluso por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) como el mayor reformador de los 34 miembros del organismo.

Desde el inicio de su administración, se concibió a la educación como la fuerza transformadora de México y a la educación de calidad como meta central del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.

La relevancia que tiene la calidad educativa para el desarrollo nacional es inobjetable. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proveer a todos los niños y niñas de una educación básica de calidad podría impulsar el crecimiento económico anual en un 2% en los países de bajos ingresos.

Una sociedad bien instruida y educada, que toma como base su conocimiento para impulsar los valores y la cohesión social, el espíritu empresarial, la innovación y el dinamismo de su economía, es una sociedad que tendrá éxito en los constantes cambios del mundo moderno.

En este contexto, la Reforma Educativa es, sin duda, la más trascendental, la de mayor profundidad social y la que habrá de tener mayor impacto en el desarrollo futuro del país.

A prácticamente la mitad de sexenio, el balance de los resultados y logros obtenidos es positivo. Un aspecto prioritario es que el Estado ha recuperado la rectoría de la política educativa, una cuestión fundamental que había sido olvidada en el pasado.

Hoy, gracias a las acciones de política pública implementadas por el gobierno federal, la evaluación es una realidad, se cuenta con espacios educativos más dignos y decorosos, aumentó el número de becas y creció el número Escuelas de Tiempo Completo, que asciende hoy a 23 mil en el país, de las cuales la mitad ofrece alimentación gratuita.

Se realizan importantes esfuerzos para reducir la brecha digital entre familias y comunidades a través de la entrega de tabletas a niños y maestros de primaria. La instrumentación del Servicio Profesional Docente está en marcha y la evaluación se está aplicando en prácticamente las 32 entidades federativas. La cobertura en educación media superior alcanza un 75% y la mitad de los jóvenes cuentan con una beca. Y, en educación superior, uno de cada tres estudiantes tiene un espacio seguro para su desarrollo profesional.

Pese a estos avances, debemos reconocer que los desafíos son formidables y que se deben atender de manera pronta. Persisten importantes desigualdades regionales, violencia escolar, rezago educativo y desvinculación entre la educación con las vocaciones productivas en el ámbito nacional.

Reconozco los logros alcanzados. Nos corresponde seguir impulsando las iniciativas que permitan acceder a más niños y jóvenes a una verdadera educación de calidad. Subrayamos el compromiso de trabajar desde el Senado de la República en este propósito fundamental para el desarrollo nacional.

*Senadora de la República

[email protected]

Facebook: liliamerodioreza

Comentarios