Sus kilos de más me asfixian en el sexo

caliente por saber sexo sexualidad

(Foto: Archivo, El Gráfico)

24/06/2019 05:18 Actualizada 11:46
 

>>Mi hija es una niña bonita y llamativa. Es su primer año en secundaria. Siempre le ha sido fácil relacionarse con la gente, hace fácil amigos, sin embargo, la vecina me ha dicho que se lleva con chavos de preparatoria y que se pasan con ella y que no le hace bien tener una relación con ellos mientras está iniciando la secundaria... yo los conozco, los he visto en casa, pero como mi hija es alta y madurita siempre pensé que eran de su edad. Yo los veo bien. Nunca he hablado de sexo con mi hija, pero viéndolo bien, uno de ellos la pretende bastante. ¿Es bueno dejarla libre o debo prohibirle amistades como me insinuó la vecina?

Hay mucho que se le debe de decir a nuestras hijas ante la pubertad y el crecimiento. Me importa poco la vecina, habla de cosas importantes con tu hija, ve con ella con un médico ginecólogo o ginecóloga. Muchos errores pueden suceder sin la información adecuada. Tómate el tiempo de estar cerca de ella, busca artículos en internet y abre con ella un capítulo nuevo... deja que te pregunte, de nuestros errores puede aprender mucho. Nunca he sido partidaria de prohibir, eso puede terminar siendo contraproducente y en lugar de acercarte te puede alejar de tu hija.

>>Tengo un amante desde hace dos años, la verdad soy mucho más feliz desde que lo conocí, porque llena un vacío enorme que tengo desde que me casé. No me quiero divorciar, ni quiero abrir con mi esposa mi doble vida; lo veo dos veces al mes y no nos buscamos entre un encuentro y otro porque él también es casado. Por tonta, se lo conté a una amiga y ella me juzga diciendo que estoy mal; que debo de definirme, que le hago daño a esa familia. ¿Verdad que no es así?

No compartas tus travesuras, no busques cómplices ni aprobación de nadie, no trates de saber si estás haciendo bien o mal. Cada uno tiene necesidades distintas, sé discreta.

>>Con el paso del tiempo, mi mujer se ha vuelto obesa; ha engordado muchísimo. No son unos kilitos de más, son casi 20. Imaginarla sobre mí, me asfixia. Hemos dejado de tener sexo, porque su sobrepeso se ha vuelto enorme y voluminoso, es  descuidada con su persona, pero lo gorda no le quita lo noble y buena de corazón, la mujer cordial de la que me enamoré. He intentado todo para ayudarla, pero entre más la fastidio, entre más dieta y ensaladas hago en casa, más panes y pasteles trae ella de fuera. Que si unos churros, que si helado para el calor. Agua de sandía en lugar de agua simple. Pasta con todo lo que come. Además, me preocupa vivir encadenado más adelante a una mujer enferma, cuando yo me cuido, hago ejercicio y soy delgado. ¿Qué hago en este caso?

Lo he dicho en otras ocasiones, es imposible ayudar a quien no quiere dejarse ayudar. La salud es un problema real que tiene muchas vertientes y que necesita resolver cada uno. Cuando compartes la vida con otra persona debes de aceptar esas partes “no tan lindas” que todos tenemos. Ojalá entienda pronto que el sobrepeso más allá es una autoagresión; continua con tus hábitos de salud, camina, anda en bici y cuídate para verte guapo confía en que el único que se puede cuidar a sí mismo es uno mismo.

>>Las discusiones en torno a nuestro nuevo presidente se han vuelto cada vez más cotidianas con mi mujer. La política se ha metido a nuestra mesa y a nuestra cama. Cómo hacerle para poder vivir con una persona con la que ya no te sientes afín en tantas cosas. Las discusiones se han vuelto violentas. ¿Cómo evitar que esto suceda?

La política es un tema más, del que se puede o no estar de acuerdo; el punto es si podemos estar de acuerdo en que a veces es permitido “no estamos de acuerdo”, es decir: si podemos pensar distinto y en nuestra relación existe libertad y respeto por la otra persona. Hagan una tregua, un pacto y no hablen de política ustedes dos por dos semanas. 

Google News - Elgrafico

Comentarios