SIN SABER DE ALBAÑILERÍA

Padre e hijos construyen vivienda con sus propias manos, en Joquicingo

Don Silvino y sus hijos la hacen de ‘maistros’ para recobrar la vida que tenían antes del temblor

(Foto: Alma Ríos, El Gráfico)

Al día 24/09/2018 11:40 Alma Ríos Actualizada 11:40
 

Sin saber nada de albañilería, Silvino Ramos Castañeda y sus hijos han tenido que entrarle al oficio de la cuchara y el cemento para poder levantar su vivienda, la cual quedó totalmente destruida por el sismo que hace un año sacudió el municipio de Joquicingo.

La casa de más de 280 años de antigüedad había soportado el paso del tiempo, pero no aguantó los embates de la naturaleza y junto a otras 98 casas de la cabecera municipal sufrió pérdida total aquel 19 de septiembre del 2017.

“Tuvimos que derrumbar toda la casa, tenía un valor histórico (...) Pertenecía a una maestra, cuando yo la compré me encontré las fotografías de ella con Emiliano Zapata”, recordó Silvino Ramos.

PALACIO. Silvino recuerda que cuando era niño veía la vivienda como un palacio y no creía poder vivir algún día en ella, mucho menos verla caer y tener que levantarla con sus propias manos.

El gobierno federal entregó 120 mil pesos a las familias de las 98 viviendas más afectadas de Joquicingo para materiales de construcción y mano de obra como parte del Fondo de Desastres Naturales(Fonden), pero estos recursos han sido insuficientes.

La construcción de algunas casas está parada. Alan Solano Pérez, activista oriundo de la comunidad, quien vivió de cerca la emergencia, especificó que el 100% de las viviendas que se reportaron como pérdida total están en proceso de reconstrucción, pero en la mayoría de los casos los habitantes pusieron hasta el 95% del presupuesto e incluso la mano de obra para continuar la edificación.

UN AÑO DE TRABAJO. En esa situación se encuentran Silvino Ramos Castañeda y sus tres hijos. Él y uno de sus retoños forman parte de los albañiles que durante casi un año han levantado su hogar.

“Aunque el gobierno nos apoyó, no nos alcanzó. Bueno... cada quien hace su casa a su gusto. Llevamos diez meses de mano de obra y eso es muy costoso. Yo dejé de trabajar, me gasté mis ahorros para hacer la casa de mis sueños, ya tengo una edad avanzada y quiero disfrutarla los años que me quedan”, señaló.

Este inmueble no dejará de hacer historia. Esta vez no será de adobe, sino de tabiques, pero conservará algunos rasgos antiguos que lo caracterizaban.

Solano Pérez detalló que en total se demolieron casi 105 casas, aunque sólo 98 de ellas presentaban pérdida total. Además, 250 tienen daños estructurales, pero se quedaron sin recibir el apoyo gubernamental.

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