Mexiquense ya tiene donador de riñón tras grave accidente, pero necesita dinero para cirugía

Hace cuatro años, Armando Hernández iba a pasar una Navidad como cualquier otra. Estaba listo para iluminar su casa y adornarla, pero se cayó del primer piso de su casa al colocar las luces. 

Ese accidente, por el que sufrió fracturas en ambos brazos, le cambió la vida. Y es que al hacerle diversos análisis descubrieron que tiene los riñones muy pequeños, apenas funcionales, y hoy necesita un trasplante para sobrevivir.

No ha sido sencillo, tras gozar una salud impecable, al momento de requerir suturas, las enfermeras descubrieron que su presión estaba muy alta, así que se le mandaron a hacer diversos estudios clínicos.

“Siempre viví normal, una vida tranquila, nunca sufrí de alguna enfermedad ni me quejé de alguna cuestión, de hecho era lo que me decían que era raro que yo no sufriera de dolores de cabeza, o que sintiera cansancio o cosas así. Me dijo el doctor que es sorprendente que haya vivido una vida normal porque hasta por menos se hacen diálisis”, relató Armando. 

En familia

Hoy tiene 38 años, una esposa, dos hijos adolescentes, y un hermano dispuesto a darle uno de sus riñones para que viva bien. Sin embargo, no tiene el dinero necesario para realizar la cirugía con la que pueda despedirse de la hipoplasia renal unilateral, pues se requieren 350 mil pesos.

“Ahorita lo que a nosotros nos abruma es la parte económica porque el doctor me hizo saber que son de alto impacto, no son operaciones muy sencillas, y es lo que estamos muy abrumados porque es un costo muy elevado”.

Desesperado pero sin caer en la desesperanza, Armando y su familia hacen un llamado a la solidaridad de fundaciones y de la Secretaría de Salud para que lo apoyen, pues en cualquier momento sus riñones pueden dejar de funcionar.