MILES ACUDIERON
Celebran con la huesuda en desfile de Día de Muertos
Niños y adultos abarrotaron desde muy temprano las vialidades por donde pasarían catrinas y danzantes
Imagen: Germán García
Sandra Hernández
Con mucho colorido, baile y fiesta se llevó a cabo el primer Magno Desfile de Día de Muertos en la Ciudad de México.
Desde muy temprano, las autoridades colocaron vallas en las inmediaciones del Ángel de la Independencia y a lo largo de Paseo de la Reforma, por donde pasaría el contingente de danzantes y catrinas.
La gente comenzó a llegar desde las 11:00 de la mañana, para buscar el mejor lugar y no perderse ni un detalle.
Conforme pasaron las horas, grupos de familias y amigos se acomodaron en las glorietas de Colón, La Palma y el Ángel.
EL MÉXICO PREHISPÁNICO. El desfile inició con un grupo de mujeres con atuendos prehispánicos y hombres con penacho. Le siguieron otros que cargaban ‘esculturas’ de deidades, como Coatlicue, diosa mexica de la fertilidad.
Al tiempo, policías de tránsito y jóvenes con chalecos rosas extendieron cuerdas para proteger al desfile y caminaron a lado de los participantes.
Los danzantes aztecas bailaron al ritmo de música prehispánica. Tres botargas de ajolotes, especie endémica de Xochimilco, dieron paso a un grupo de hombres vestidos de negro, con maquillaje de calavera y penacho de plumas pequeñas color rojo.
Mientras se desarrollaba el desfile, la gente miraba con asombro a los personajes; con sus cámaras de celular no perdieron detalle alguno.
“¡Estas son nuestras raíces, esto es México!”, exclamó un joven asistente, con su mirada llena de orgullo.
Un grupo de jóvenes sonrieron cuando un hombre alto, de tez blanca y mochila, aparentemente turista, quedó fascinado viendo la danza prehispánica.
LA MUERTE NIÑA. El desfile continuó con grupo de niñas calavera, catrinas y colectivos que cantaban con el apoyo de megáfonos. La fiesta llegó con un grupo de esqueletos con sancos que hicieron reír al público. Siguieron los carros alegóricos. Los niños estaban extasiados.
Algunos carros más pequeños tocaron Matador de los Fabulosos Cadillacs, “La Negra Tomasa” de Caifanes; las calaveras bailaron, y los asistentes empezaron a mover la cabeza y los pies al ritmo de la música.
El desfile finalizó con más catrinas, un carro alegórico en forma de calavera inspirada en las creaciones de José Guadalupe Posada, y motociclistas vestidos de calacas que hicieron sonar sus motores.
Los aztecas, las catrinas, la música prehispánica, las botargas de pan de muerto y de cartas de lotería, elementos 100% mexicanos, emocionaron a todo el público.
Sin embargo, hubo quienes criticaron la aparición de utilería que se usó en la filmación de la película del 007 Spectre.
“Creo que estuvo bien, me gustó mucho el desfile, pero hubiera preferido que no saliera nada de la película, siento que son elementos de Hollywood que sobran”, opinó Víctor González, de 22 años que acudió al desfile con sus amigos.
