Es el personaje de moda

Un furibundo Trump arrasará en Halloween

En Yehualtepec, Puebla, nacen las máscaras de los candidatos a la presidencia de EU para mofarse de ellas

Foto: Luis Cortés. El Gráfico

Foto: Luis Cortés. El Gráfico

Al día 24/10/2016 21:00 Redacción Actualizada 21:02
 

Por Fabiola Cancino

EN PUEBLA. Pablo levanta con sus manos las paredes, pero no de un muro, sino de un molde del que surge un furibundo Donald Trump, el candidato republicano a la presidencia de EU.

Con unos movimientos, le da forma a una bola de yeso cerámico. Aunque no sabe de política, le molestan los comentarios racistas de este hombre en contra de los mexicanos. 

Y vaya que sabe del racismo: lo padeció cuando estuvo en Nueva Jersey, EU, hace ocho años, y regresó a Yehualtepec, Puebla, donde instaló la que hoy es la segunda empresa más importante de máscaras en el país.

Mientras llena el molde con látex líquido, Pablo comenta que no regresaría a EU, menos sí gana Trump. De otro recipiente desprende un gringo pálido en un material semejante al chicle; la boca, los dientes salidos y el copete dejan ver a un aspirante presidencial colérico. Es apenas una escurrida silueta desinflada, justo como el personaje de la vida real tras el último debate.

Su “rostro” estará colgado unas cuatro horas en un tendedero y al quedar seco pasará por las manos de Miriam, quien le retirará las rebabas y lo colocará en una secadora para vulcanizarlo.

Anastasio ya tiene listas las pinturas. Con el aerógrafo le da color al “güerito”. Usa también esponja, agua y una secadora de mano, luego le pinta el pelo y con pinceles se dedica al detalle fino.

Trump queda listo y sigue en la carrera, pero no por la presidencia de EU, aquí compite por llevarse la Noche de Brujas, de Halloween, que cada vez gana más adeptos en México.

En un cuarto “convive” con el hombre lobo, brujas, payasos siniestros y un sinfín de monstruos.

Un improvisado ‘face to face’ muestra al clásico Trump y a una Hillary Clinton sonriente y segura. No están invitados a la misma fiesta: el primero busca ser el rey de Halloween; la segunda va para reina de los carnavales de febrero. Así nacieron en el látex.

Algunos —dice Rafa Domínguez, el dueño del negocio— la usarán para ridiculizar la figura del hombre que ha intentado humillar a los mexicanos, pues saben que no provoca miedo, sino risas.

Omar Domínguez, hijo del dueño, tuvo que ver imágenes, estudiar su rostro y discursos: “Tiene un gesto enérgico, casi gritando, y es como en sus discursos: intimidante, con comentarios racistas”, dice el joven ingeniero en Sistemas, quien ha creado gran parte de las 400 máscaras que tienen en el mercado.

Rafael remata: la gente está molesta y más que para espantar, quieren la máscara para mofarse de él, dice.

Google News - Elgrafico

Comentarios