si te da, es de por vida

El ácido úrico, un mal cada vez más común

Conocida como la gota, esta enfermedad no sólo afecta a adultos mayores, sino a jóvenes

Foto: Valente Rosas, El Gráfico

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Al día 23/03/2017 19:11 Redacción Actualizada 19:15
 

El dolor sorprendió a Alejandro Juárez, tanto como lo hinchado de su tobillo derecho. A los 13 años, sus padres pensaron que algún animal lo había picado o mordido o que quizá al jugar se había lastimado, se equivocaron, luego de hacerle análisis de sangre los médicos informaron que sus niveles de ácido úrico estaban elevados y le diagnosticaron “gota”.

Alfredo Cabrera, coordinador médico de investigación en Salud de la Delegación Norte del IMSS, explicó que la gota es una enfermedad crónica que ocurre cuando existe una acumulación de ácido úrico en el cuerpo —conocido como hiperuricemia— y que los ataques agudos se manifiestan como enrojecimiento, calor, inflamación de la articulación, acompañado con dolor. Este ataque suele despertar a las personas y la mayoría de veces sucede en el dedo gordo del pie.

El especialista señaló que 5% de la población mundial vive con gota y en México la prevalencia es de 3% de los 122.3 millones de personas que habitamos el país.

A estas cifras agregó que, el simple hecho de ser hombre es un factor de riesgo para padecer la afección; la incidencia de ésta es cuatro veces más en el sexo masculino que en el femenino.

La población asocia a la gota como un mal que afecta a personas de la tercera edad, pero el especialista del IMSS subrayó que ésta no discrimina. 

Para desarrollar gota existen otros factores de riesgo, como los genéticos, los cuales no se pueden evitar, pero también los que van de la mano de los malos estilos de vida de los mexicanos.

“El primer factor de riesgo es ser hombre, pero también está determinado que la obesidad se asocia con la elevación del ácido úrico en la sangre”, asegura el especialista.

Alejandro no recuerda con precisión el primer ataque que sintió sólo que “no podía pisar, no podía caminar, al revisarme vieron que tenía el pie muy hinchado; yo no soportaba ni tener el calcetín puesto”. 

Para tratar esta enfermedad crónica hay dos procedimientos: los medicamentos, que son de por vida, para desinflamar las articulaciones y los cambios de los hábitos.

Con información de Perla Miranda.

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