Temen vecinos tragedia
Opera en casa 'gasera patito', en el Estado de México
Sirven el combustible en una vivienda particular de Acuitlapilco, en Chimalhuacán
Ignacio Ramírez
Vecinos del barrio Acuitlapilco, en el municipio de Chimalhuacán, Edomex, temen una tragedia por el relleno clandestino de cilindros de gas LP dentro de una vivienda que carece de medidas de seguridad y permisos.
El domicilio se ubica en Segunda Cerrada de Molino de las Flores, entre Avenida Acuitlapilco y Río Lerma, frente al cual regularmente se encuentra estacionado un camión de distribución de cilindros.
Sin embargo, dentro hay una pipa para el abastecimiento de tanques estacionarios, que es usado para el relleno de cilindros portátiles.
EL GRÁFICO acudió para corroborar el señalamiento, pues esta actividad (conocida como picteleo) está prohibida en el Reglamento de la Sener.
El camión con cilindros es para despachar a quienes lo compran de forma tradicional, pero a quienes acuden sólo por unos cuantos litros, los hacen pasar al interior.
“Pásate, acá adentro lo relleno”, indicó un empleado, mientras se dirigía hacia el camión para el rellenado.
El sujeto encendió un vehículo cisterna, con placas KX33684, que estaba junto a otro camión de reparto con el letrero Luxor Gasamex.
NI QUIEN DIGA NADA. Según los inconformes, el sitio ha operado por varios años sin que ninguna autoridad de Protección Civil municipal, estatal o federal acudan a verificar el sitio.
El párrafo II del Artículo 58 del Reglamento de Gas LP incluso prohíbe a los distribuidores de las estaciones de carburación el rellenado, pese a que cuentan con las medidas de seguridad.
“Es un riesgo para todos, está en medio de las casas, si algun día hay una explosión, puede pasar una tragedia y es algo que se puede evitar”, alertó un residente.
No se trata del único lugar, pues en el Barrio San Pablo, los quejosos ubicaron otro establecimiento que fue clausurado por PC municipal, pero sigue operando. Está ubicado en la calle Vasco de Quiroga.
DEFIENDEN PRÁCTICA. Pese a los riesgos, varios residentes defienden el picteleo con el argumento de que pueden rellenar pequeñas cantidades, pues el costo de un tanque de 20 kilos ronda los 500 pesos, una cifra para muchos inalcanzable.
