Crece consumo de drogas entre adolescentes, con golosinas los seducen

Perla Miranda

Brownies, muffins, hotcakes, paletas de dulce y palitos de chocolate son productos con los que niños mexicanos pueden ser iniciados en el consumo de cocaína y marihuana, convirtiéndolos en potenciales compradores por más de 20 años, coincidieron especialistas.

Según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas (Encodat) 2016-2017, en los últimos cinco años el consumo de drogas ilícitas en adolescentes se incrementó en hombres y mujeres, particularmente el de marihuana, en tanto que el de cocaína e inhalables permaneció estable.

Luigi Mazzitelli, representante del UNODC, dijo a esta casa editorial que los narcomenudistas tienen una nueva estrategia de mercado dedicada a los menores de edad: “Se enfocan en desarrollar la demanda, por eso apuntan a niños. Si comienzan a consumir a los 12 años y desarrollan una adicción, pueden garantizar una demanda para los próximos 20 años”, dijo.

“En México el mercado tiene una expansión, al pasar de ser un país de tránsito, para convertirse en uno consumista (y) también vemos la evolución de grupos criminales, siempre más territoriales, enfocados en ampliar los mercados internos”, comentó Mazzitelli.

VENDEN DE A GRAPA O BARA. Los niños llegan a las drogas por las nuevas técnicas de mercadeo de narcomenudistas, “ofrecen gratuitamente el producto para enganchar al joven o lo venden a precios rebajados, vuelven a los niños esclavos de las drogas”, aseguró.

“Los más jóvenes tienen más curiosidad, el poder de tomar decisiones racionales es menor  y también, desafortunadamente, nos encontramos con la banalización del consumo, lo que se escucha de las drogas, que no hacen daño o hacen menos daño”, agregó.

Según la Encodat 2016-2017, en cinco años la prevalencia de cualquier droga aumentó de 7.8% a 10.3%, en tanto que el consumo de drogas ilegales al menos una vez en la vida pasó de 7.2 a 9.9%.

Mariana Estefanía Azcárraga Quiza, médico siquiatra y directora del Centro Universitario de Salud y Bienestar en la Universidad Panamericana, aseguró que acercarse a los niños con presentaciones “amigables” provoca que los menores de edad quieran probar esos productos. “Si ven la droga en un empaque de dulce, en forma de pastelito o brownie, van a querer comerlo, quizá no sepan que es nocivo para la salud, pero se volverán adictos”. 

EDUCAR, EL ARMA. La experta coincidió en que el reto en México para combatir el consumo temprano de drogas ilícitas radica en educar a la sociedad e implementar políticas públicas en materia de prevención. “Los padres deben enseñar a sus hijos a no probar algo que no sepan qué es. Ya no se trata de que no acepten cosas de extraños, deben aprender a decir ‘ no’ a sus amigos, es importante educar a niños con capacidad de decidir”, dijo.