Los buscan en tres domicilios en la Ciudad de México

Rastrean a dueño de Ferrari y escolta que agredió a conductor

Agentes van hasta Cuernavaca para entregar una orden de presentación a Alberto Sentíes

(Foto: Archivo El Gráfico)

(Foto: Archivo El Gráfico)

Al día 15/03/2016 11:38 Arturo Ortiz Mayén Actualizada 11:39
 

Agentes de la Procuraduría capitalina acudieron la mañana de ayer a Cuernavaca, Morelos para entregar una orden de presentación a Alberto Senties Palacios y sus escoltas, por la agresión que uno de ellos cometió el viernes pasado contra un automovilista en Viaducto Tlalpan.

Otros acudieron a buscarlo a tres domicilios que el empresario de 47 años tiene en la Ciudad de México en las colonias Villa Quietud, de Coyoacán; en Granjas Coapa, de Tlalpan y en Toriello Guerra, Tlalpan.

En su declaración, asentada en el expediente FTL/ TLP-3/ T1/00291/16-03, Jair, la víctima, dijo que ese día no hubo un incidente automovilístico previo. 

Indicó que había salido de un autolavado ubicado en Viaducto Tlalpan y la calle San Juan de Dios, y se dirigía a bordo de la camioneta Renault Duster de su mamá, al Hospital Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, donde ella trabaja como enfermera. Al circular sobre Viaducto Piedad y pasar Periférico, prendió su direccional para dar vuelta a la derecha en la calle Martín de La Cruz. 

En ese momento, se le atravesó el auto blanco de los escoltas del propietario del Ferrari.

“Bájate, bájate, ya valiste madres, no sabes la que te acabas de ganar”, le dijo el agresor.

Al darse cuenta que el hombre tenía un arma en la mano, bajó un poco la ventanilla y recibió un golpe en el rostro. 

En el jaloneo, el escolta logró abrir la portezuela del vehículo y sacó a Jair, quien alcanzó a apagar la camioneta y llevarse consigo las llaves.

Como se aprecia en el video difundido en Internet, fue llevado a la pared del hospital de Cardiología, donde el hombre lo golpeó y pateó. “¡No levantes la cara, cállate pendejo!”, dijo el atacante, pues él comenzó a gritar para pedir ayuda.

Fue hasta que el conductor del Ferrari les gritó que ya lo dejaran, que se zafó de la golpiza.

Antes de regresar al vehículo, el agresor fue a la camioneta de la víctima y tomó dos celulares que estaban en el asiento del copiloto, una tableta marca Sony y su cartera con cuatro mil pesos en efectivo que tenía que entregarle a su madre.

Después el auto de los escoltas y el Ferrari avanzaron hacia Cuernavaca. Él fue al hospital por su mamá. Ahí lo atendieron de sus lesiones.

Ayer, el subprocurador de la PGJDF, Óscar Montes de Oca, dijo que el dueño del Ferrari podría ser considerado el autor intelectual de la agresión y el robo, además de complicidad y encubrimiento. 

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