Gordito del tobogán, arriesgado al doble; pierde años de vida

Octavio Rivera

Juan dudaba. Había subido ya los casi 13 metros de escalera hasta la plataforma, pero no estaba seguro. Frente a él, hacia abajo, un tobogán de 30 metros de longitud y, de todos lados alrededor, risas y muchas voces que lo animaban a tirarse. Y se tiró.

Debido a los 140 kilos que se atribuye y a la inclinación de la enorme resbaladilla, Juan Muñoz Cosío tomó una velocidad inusitada. Convertido en un “misil humano” voló por los aires, a una altura de seis metros, y acuatizó, provocando un pequeño “tsunami” en la piscina. 

El episodio ocurrió en marzo de 2016 en un parque acuático de Tijuana, Baja California.

Juan tiene 26 años y el día del chapuzón había ido de paseo a con varios miembros de su familia. Justo fue uno de sus primos, quien grabó el video y lo subió días más tarde a sus redes sociales, sin anticipar, dice Juan, que se volvería viral.

UN MEME. Al video original, que suma miles de visitas, le siguieron incontables versiones editadas, algunas dintegraban música y efectos especiales que satirizaban el vuelo de Juan.

Pero no fue otra cosa sino el sobrepeso y su figura regordeta lo que dotó al video de su enorme capacidad de atracción, asegura Juan. 

Pero a veces las apariencias engañan. A pesar de toda esa risa que a él mismo le da el video, Juan podría tener pocos motivos para estar contento. Si se hace caso a las estadísticas, el sobrepeso le podría estar quitando tiempo de vida.

Por su obesidad, tiene pocas probabilidades de llegar a los 75 años, que es la expectativa de vida para los hombres.

La Secretaría de Salud informó que, debido al sobrepeso, la obesidad y enfermedades no transmisibles, dos de cada 10 personas de entre 35 y 70 años no llegarán a esa edad.

La hazaña de aventarse del tobogán queda atrás con su verdadero reto: bajar de peso. “Cuando he querido bajar, yo solo, no he podido. Pero sé que lo tengo que hacer”, finaliza.