FALLAS

Cobrar seguros tras el sismo del 19 de septiembre es una odisea, en CDMX

Carla Zárate es una de los 991 casos que se presentaron por la ineficiencia de las pólizas

Berenice Fregoso | El Gráfico

Berenice Fregoso | El Gráfico

Al día 13/02/2018 10:32 Redacción Actualizada 11:36
 

Erika Flores

Carla Zárate, una especialista en inventarios, se soprendió cuando el seguro hipotecario del departamento que compró con Bancomer, le precisó que sólo tenía validez de la puerta de su casa hacia dentro, sin incluir áreas comunes.

El banco se refería a las escaleras dañadas de una torre de departamentos, ubicada afuera del Metro Potrero.

Carla, al igual que miles de capitalinos, comprendieron que el sismo del 19-S desnudó las fallas de la industria aseguradora en materia de desastres.

“El seguro de daños asociado a un crédito hipotecario no cumple con el espíritu de un verdadero seguro de daños”, afirma Mario di Costanzo, titular de la Condusef.

“Así como la banca tiene protocolos para casos de desastre, las aseguradoras también deberían tenerlo porque [de ocurrir un nuevo sismo] las pólizas no han cambiado”, explicó.

Un balance hecho por la dependencia arroja haber asesorado a 991 personas (al 1 de febrero), pero sólo la tercera parte, 295, se convirtieron en queja formal.

“El conflicto es que no es un seguro de daños sobre tu propiedad, sino sobre el valor de construcción, lo cual hace perder muchísimo al usuario”, precisó Di Costanzo. 

De esas 295 quejas, la tercera parte se relacionan con la negativa al pago de indemnización; otra tercera parte son de inconformidad con compensaciones. La tercera y última parte son por incumplimiento de beneficios contratados.

La Condusef precisó que también encontraron que la ley de condóminos en la CDMX debe ser replanteada; “está muy parchada, no es clara, dice que debe adquirirse un seguro y en esa generalidad se entiende que está incluido el aseguramiento de áreas comunes, pero las aseguradoras dicen que no es así”, agregó.

“Son pocas las casas o departamentos que contaban con seguro de daños contra sismos; los que lo tenían fue por estar dentro de un financiamiento bancario, de Fovissste o Infonavit”, precisó.

Es todo un problemón porque si las áreas comunes son indivisas pones al vecino en un dilema: ¿Debe reparar una parte de escalera y otra no?, dijo.

Carla se enfrentó con los ajustadores. “Hubo daños dentro de mi departamento; un arquitecto valuó éstos en 100 mil pesos; pero vinieron dos ajustadores del banco, uno valuó los daños en 8 mil pesos y otro en 13 mil, por eso nos quejamos en la Condusef.

Los conflictos por diferencias de criterio de los ajustadores han sido la constante: ocurrió con Cofinavit, y lo mismo pasa con los seguros de auto dañados en el sismo; a la Condusef llegaron un promedio de 50. 

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