Víctimas de cuatro patas; paseo de Daisy fue el último

Tras 4 años de convivir con su mascota, Caroline vio cómo murió por comer una sustancia letal en el Parque México

(Foto: Archivo El Gráfico)

Al día 07/10/2015 11:21 Paola Ascencio Actualizada 11:21
 

En cuatro años, Caroline nunca se sintió dueña de ‘Daisy’. Ni cuando llegó a sus brazos, mucho menos cuando se despidió de ella por última vez.

Caroline dice que era la madre de ‘Daisy’, una perra de raza única, cruza de sangres, sin un linaje que abriera fácilmente las puerta de una casa. 

‘Daisy’ fue encontrada en Toluca cuando tenía un mes de vida. Quienes la hallaron dicen que caminaba sola por la carretera en busca de un trozo de comida. Su cuerpo estaba en estado de inanición, chupado y casi esquelético. La recogieron, abrazaron con una manta y llevaron a un albergue de Huixquilican. 

Su corta memoria de apenas un mes, pero ya atestada de malos recuerdos, no le permitían llevarse bien con sus compañeros del refugio. Por eso se alejaba y rechazaba cualquier intento que alguien hacia por ayudarla.

Luego de 15 días, ‘Daisy’ fue llevada a otro albergue, ahora en Coyoacán, donde recibió atención personalizada. Ahí creció, tomó fuerza y se recuperó. Fue entonces que encontró los brazos de Caroline Owen. 

Caroline es extranjera y llegó a vivir a la ciudad de México desde hace unos años. Se estableció aquí con su familia y adoptó a dos perros. Luego encontró a ‘Daisy’, con sus ojos rasgados, delineados —según Caroline características de una belleza difícil de encontrar— y que se conjuntaban en un desarrollado sentido maternal. 

“Ella se parecía al macho de ‘La dama y el vagabundo’, de carácter fuerte, pero al mismo tiempo muy maquillada. Todas las mujeres se enamoraban de ella y cuando fueron a dármela ya no me la querían dejar”, cuenta la mujer.

Desde entonces estuvieron juntas todos los días durante cuatro años, hasta el pasado 3 de octubre. Un día antes, Caroline sacó a pasear a ‘Daisy’ junto a sus otros dos compañeros peludos. Los horarios para ella y su esposo eran complicados, por lo que decidieron verse en Parque México, para después caminar hacia otro lugar, porque un par de horas antes, Caroline leyó en redes sociales que algunos perros murieron por envenenamiento. 

Cuando Caroline llegó al Parque México encontró a ‘Daisy’ corriendo en el circuito especial para perros. La tomó enseguida y enganchó su correa para alejarla de algún riesgo. El paseo finalizó. 

Ese día, las advertencias las tuvo siempre en la cabeza; ella y su familia no dejaron de alertar a los demás sobre lo que podía pasar, pero nunca imaginó que le podría suceder a ella. Durante la madrugada del 3 de octubre, los temores de Caroline comenzaron a tomar forma. 

Los golpes en la puerta y los ladridos de ‘Bruno’ —otro de sus perros—, la despertaron. Creyó que alguien había entrado a su hogar, por lo que bajó las escaleras desesperada, pero sólo encontró a ‘Daisy’ tirada en el patio. La perra se convulsionaba.

“Al principio yo pensé que alguien quería entrar a la casa y que los perros lo tenían sometido. Pero cuando vi a ‘Daisy’ casi rígida, fue algo muy violento, yo estaba histérica y en ningún momento pensé que había sido lo del paseo”, menciona. 

En minutos llevaron a ‘Daisy’ al veterinario. Ahí, entre sueros y masajes cardiacos, seis manos especialistas intentaron hacer latir su corazón de nuevo. No funcionó. 

‘Daisy’ sobrevivió más tiempo en comparación a los 18 casos más de perros envenenados en el Parque México. Su cuerpo estaba lleno de comida antes de salir a pasear, por eso no digirió el veneno en poco tiempo. Un veneno que se desconoce su naturaleza, pero que toma poco menos de 30 minutos en reaccionar. 

Ante lo sucedido, Caroline decidió donar el cuerpo de ‘Daisy’, que esta semana será sometido a exámenes toxicológicos para definir la sustancia que, además, puede resultar peligrosa para otras mascotas, indigentes y niños. 

Alerta: Autoridades piden a vecinos que usen correa para pasear a sus mascotas y no permitan que coman del suelo.

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