Empujones e insultos en vagón rosa

Mujeres en el Metro, juntas ni difuntas

Aceptan usuarias que entre ellas no hay respeto y cuando viajan sólo ven por su propia comodidad

(Foto: Archivo El Gráfico)

Al día 01/05/2016 11:07 Redacción Actualizada 13:09
 

En hora pico, ser mujer y subirse al Metro se ha convertido en un doble reto. Por un lado está la inseguridad por la violencia sexual; por el otro, la falta de respeto y comprensión que se vive día a día entre el mismo género.

“Quítate pinche vieja”, dice una mujer a otra que no se orilla al ver que varias bajarán en la estación Tepalcates de la Línea A.

Se lanzan miradas de enojo, la otra no responde y tampoco se mueve, finalmente, al abrirse las puertas, empujan con fuerza hasta sacarla del vagón.

“Como mujeres a veces somos muy groseras y no nos protegemos entre nosotras, hay mucha inconsciencia y competencia cuando debería ocurrir lo contrario. No sé por qué pase esto, es egoísmo”, dijo Sofía, una usuaria del STC Metro.

En las estaciones terminales la prisa y el estrés por llegar al trabajo y escuela se apodera de las emociones. Cuando el tren llega comienzan los empujones, jaloneos e insultos.

“Qué les pasa, carajo, ¿somos mujeres o animales?”, grita una señora que aunque estaba frente a la puerta, no alcanzó lugar a causa de la pelea por los asientos.

De acuerdo con usuarias, existe un problema en los lugares para mujeres, pues al sentirse en un ambiente de igualdad, todas se olvidan de que hay otras personas y sólo ven por su comodidad.

“Sabemos que no vamos a encontrar a un tipo que nos quiera tocar, pero con honestidad a veces sobrepasamos los límites. No vemos si viene una persona mayor, una embarazada o alguien enfermo, sí nos llegamos a adueñar de los asientos”, comentó Graciela, otra usuaria.

En Tepalcates sube una mujer de unos 80 años es menuda, de baja estatura y se ayuda de un bastón para afianzar sus pasos. Esperó 15 minutos la llegada del tren.

Sube, todas la miran pero nadie la ve. El tren se queda detenido y una mujer policía ingresa al vagón, se asoma y pide que cedan el lugar. Nadie. Molesta, señala uno de los espacios reservados: “Oye, te puedes parar para que se siente la señora, luego te maquillas”, le dice. “Sí, claro, es que no la había visto”, respondió antes de ponerse de pie.

El 26 de abril inició el operativo Viajemos Seguras, hasta ayer se había remitido a cuatro hombres por presuntamente cometer actos de acoso.

Aunque usuarias señalan que tener vigilancia en todas las estaciones las hace sentirse cómodas y seguras, lo que ahora hace falta, dicen, es hacer que entre mujeres haya respeto.

“Las mujeres se siguen lastimando mucho, pero eso ya tiene que ver con la educación del usuario. Siguen golpeándose e insultándose”. Protección Civildel Metro.

(Foto: Archivo El Gráfico)

 

 

 
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