Aeropuerto y consulta

Martí Batres

OPINIÓN 16/10/2018 11:00 Martí Batres Actualizada 11:00

 

Una de las constantes del régimen político mexicano es la falta de democracia. Esta carencia no sólo tiene que ver con las elecciones, sino con la falta de consulta por parte del gobierno a la ciudadanía respecto a la toma de decisiones.

Previo a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, los mexicanos viviremos una experiencia sin precedente y es que el equipo del presidente electo consultará a la gente sobre el tema del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México.

Como sabemos, la construcción de este puerto aéreo se ha caracterizado por la polémica y el debate en cuanto a si es viable o no su construcción y cuál es el lugar en donde debe edificarse.

Según se anunció por parte del equipo de transición, la consulta consistirá de una sola pregunta: 

“Dada la saturación del aeropuerto de la Ciudad de México ¿cuál opción plantea que sea mejor para el país?”.

Las dos respuestas posibles son:

—“Reacondicionar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y el de Toluca y construir dos pistas en la base aérea de Santa Lucía”.

—“Continuar con la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco y dejar de usar el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.

La ciudadanía podrá opinar entre el 25 y 29 de octubre. Para ello, se instalarán mil 73 mesas de votación en 538 municipios de los 32 estados del país.

La importancia de la participación es indispensable pues se hará uso del derecho constitucional a ser consultados y sentará un importante precedente.

Hasta el momento, a pesar de que la figura de la consulta se encuentra en la Constitución, este tipo de mecanismos no se han llevado a la práctica desde la Presidencia porque la ley está hecha para que la gente no sea consultada realmente. 

Con este ejercicio, López Obrador reafirma su convicción democrática y se abre la posibilidad a hacer reformas legales para avanzar de la democracia meramente formal en la que vivimos a una democracia plena y participativa. 

No es la primera vez que AMLO consulta a la población sobre las decisiones de gobierno. Lo hizo previo a la construcción de los segundos pisos y cuando puso a consideración de la ciudadanía el aumento del Metro, así como la consulta de revocación de mandato a su cargo como Jefe de Gobierno. 

Todas estas decisiones consultadas en su gestión al frente de la ciudad tuvieron el común denominador de que las decisiones tomadas carecieran de inconformidad social. A la postre, los gobiernos han edificado vialidades e incrementado el costo de los servicios sin consultar, lo que a distintos niveles ha provocado inconformidad y malestar.

Como se puede ver, con esta medida no sólo se busca avanzar en el plano democrático, también se busca bajar el margen de conflicto que resulte de la toma de decisiones compartidas.

También hay antecedentes de este tipo de procesos en otros países como Alemania, Francia y en Estados Unidos. Por eso, es importante que todos opinemos sobre el aeropuerto. La democracia es mejor. 

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