Hace más de cuatro décadas llegó a México el cantante peruano Kokín; con una voz privilegiada el de ojos rasgados buscó por todos lados llamar la atención del exigente público. Su andar por varios escenarios le permitió compartir con grandes estrellas de la bohemia nocturna. Su ideal modelo de relaciones públicas lo convirtió en una fuente de información para los reporteros, primero por su particular forma de ofrecer su talento (con un espectacular en periférico donde “buscaba work”) y después por realizar cada año una tradicional posada a la que asistían las grandes estrellas y todos los medios, creó sin querer una cofradía entre famosos y prensa que derivó en la generadora de chismes anual. 

Con esta fiesta Kokín logró hacer la pasarela de incipientes actores, estrellas, primeras actrices y periodistas de todos sabores que después de hacer de manera simbólica la ‘travesía de María y José’, armaban unos pachangones y se vinculaban como aliados. 

Al día de siguiente de la posada de Kokín, los morbosos telefonazos no paraban de sonar, para saber quién había estrenado galán esa noche, o en casa de quien había acabado tal estrella o de plano ¿quién había destrozado el baño del anfitrión? 

Desde hace algunos años, la tradicional fiesta se mudó a Cuernavaca y aún con la distancia, las estrellas llegan a la cita, ahora, con aire de nostalgia y enmarcados con el implacable paso del tiempo. Han transcurrido treinta años desde la primer fiesta, y el de Lima se ha refugiado en fotos, video casettes y recortes de revistas, recordando con los asistentes las noches de gozo de los famosos. 

Hoy los tiempos han cambiado, muchas de las celebridades que eran el marco de la fiesta, ya no están, los nuevos famosos desconocen el valor de la convivencia con los medios o de plano viven atados a un publirrelacionista chafa o ‘fifí’ que emulando a un perro guardián, evita a toda costa que le roben al cliente. La despiadada brecha generacional deja claro que a famosos y reporteros, la fiesta trasciende y se filtra en las redes.

Por que todo ciclo tiene un fin, Kokín anunciará esta semana que la Posada del 2019, será la última. Argumenta fin de ciclo y cerrará el ‘reality show’ —de su época— más visto de la televisión. Nos leemos la próxima aquí, donde quizá hablemos de ti.